ACTUAR COMO ANGELINA Y SENTIRTE COMO JENNIFER | El Brazp de Tía

ACTUAR COMO ANGELINA Y SENTIRTE COMO JENNIFER

Mi ser mitológico favorito es la mujer que se ama a sí misma sin culpa alguna. La que es más Samantha Jones (en Sex and The City) cuando dejó a Richard diciéndole que lo amaba, pero que se amaba más a ella; y menos Julia Roberts (en Notting Hill) siendo solo una chica de pie frente a un chico pidiéndole que la quisiera.

Dejar al tóttttsico que amamos es como cuando conseguimos el largo del pelo de nuestros sueños pero tenemos horquilla, las puntas quemadas o cualquier problema capilar frecuente. Y así, por más que nos duela y busquemos soluciones, la mejor decisión es cortarlo.

Porque a veces una relación se acaba mucho antes de notarlo y sin necesidad de cachos, celos enfermizos o cosas por el estilo. Ese es el final más triste, el que no tiene culpables y en el que todavía las dos personas se aman, pero simplemente ya no pueden estar juntas.

Cuando no solo te acuerdas de él en las noches antes de dormir –como las normas básicas del drama lo dictan– sino también en la universidad cuando alguien lleva la camiseta de su equipo de fútbol favorito, abren un restaurante nuevo de hamburguesas que sabes a él le gustarían (pero ya no le puedes mostrar) y ves sus iniciales en las placas de los carros.

Entonces te toca actuar como Angelina y sentirte como Jennifer, echarte pestañina para no llorar cada dos minutos porque estás más frágil que Neymar en un partido y maquillarte más de lo que Betty maquilló a los balances de Ecomoda a ver si así al menos disimulas la tusa.

Al fin de cuentas no se trata solo de terminar sino también de dejar ir aunque nos duela y entender que nunca vamos a estar preparadas del todo para hacerlo. El único peso que vale la pena cargar es el de las bolsas cuando compramos ropa (así suene superficial es la verdad, sorry not sorry).

Saber que él no es un mal tipo solo porque tú no entiendes su modo de actuar, que a veces las personas no nos aman de la misma manera en la que nosotras los amamos, pero eso no invalida sus sentimientos, que cada quien se protege a su manera y eso no está mal, y que incluso aunque llegues a sentir rabia o tristeza lo vas a seguir amando por un buen tiempo porque, así fueran color pantano, sus ojitos siguen siendo lo más lindo que has visto.

 

Lo mejor que puedes hacer es dejarlo ir y mandarle todas las vibras bonitas del mundo, que cuando falte a clase el profesor no llegue, que no le salga la barba por partes y que nunca le toqué pedir Uber en tarifa dinámica.

Y, luego de eso, irte tú también. Hacer lo que hace una strong indenpent chimbita borracha cuando se baja del taxi: dejar todo lo que paso atrás, porque cuando dos personas tienen que estar juntas se reencuentran y cuando alguien quiere estar contigo te busca (así suene a consejo de abuelita).

LA ILUSTRACIÓN DE ESTE TEXTO FUE HECHA POR @UVE.1

 

 

 

 

@sussierave castro
susanaravec@gmail.com

CEO de las cosas rosadas y brillantes

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